Descripción
DENARIO DE SEPTIMIO SEVERO Y LAETITIA. (Reproducción).
Moneda: Denario.
Ceca. Roma. 206 d. C.
Material: Zamak
Inscripciones:
Anverso: SEVERVS – PIVS AVG.
Cabeza laureada de Septimio Severo a derechas.
Reverso: LAETITIA ‐ TEMPORVM. (La alegría de los tiempos).
Navío navegando hacia la izquierda, rodeada de cuatro cuadrigas de carreras a ambos lados y de animales salvajes desfilando.
LUCIO SEPTIMIO SEVERO. 146 – 211 d. C. Emperador 193 -211 d. C.
Nace el Leptis Magna, cerca de la actual Horms, (Libia), hijo de Publio Septimio Geta, africano, cuya familia había obtenido la ciudadanía un siglo antes. Su madre Fulvia Pía era de origen itálico, del orden ecuestre y de familia notable ya que tanto su abuelo como su padre habían ocupado importantes cargos políticos durante el reinado de Tiberio y Marco Aurelio. Se casó muy pronto con Paccia Marciana, joven de su misma ciudad aunque enviudó rápido, contrajo un segundo matrimonio con Julia Donna, mujer de origen sirio, hija de Julio Bassiano, sumo sacerdote del templo del Sol en Emesa (Siria). En esta unión Julia Donna tenía 17 años y Septimio Severo 40. De este matrimonio nacieron L. Septimio Bassiano (Caracalla) y L. Septimio Geta.
En su carrera política entró con Marco Aurelio en el Senado en el 172, un año más tarde en el 173 fue nombrado cuestor militar en la Bética y luego en Cerdeña, en el 176 ejerció como tribuno de la plebe y en el 178 fue pretor en la Tarraconensis luego se le encomendó la IV Legio Escitia establecida en Siria, en el 186 fue nombrado legado de la provincia de la Lugdunensis, en el 184 fue procónsul en Sicilia y en el 190 fue legatus Augusti propraetore en Panonia al mando de tres legiones en el limes danubiano, ese mismo año fue cónsul.
Tras el asesinato de Cómodo, Pertinax es elegido emperador pero dura muy poco a los tres meses es asesinado por la guardia pretoriana y Didio Juliano pasa a ser el nuevo emperador comprando el trono a los pretorianos pero doce días después del asesinato de Pertinax sus tropas conociendo la compra del cargo por Didio Juliano le proclaman emperador en Carnutum. Igual hacen los ejércitos establecidos en Siria y Britania con sus respectivos gobernadores P. Niger y C. Albino. Pero Septimio es el más cercano a Roma y avanza contra la capital para destituir a Juliano. Didio Juliano trata de detenerle con un ejército al mando de prefecto de pretorio Tulio Crispino pero es derrotado por Septimio Severo, Juliano le ofrece compartir el imperio algo que Septimo Severo rechaza y poco antes de su entrada triunfal en Roma, Juliano es asesinado por los pretorianos y Septimio es reconocido emperador por el Senado. Septimio lo primero que hace en Roma es purgar la guardia pretoriana y sustituir a sus componentes por soldados de provincias y de sus propias tropas.
Muy pronto debe enfrentarse a sus oponentes primero a Gaio Pescenio Niger, gobernador de Siria que contaba con el apoyo de la provincias de Egipto y Persia, Septimio rápidamente marcha a Asia y derrota a Niger en Cícico, ejecutando a Niger y su familia, mucho más seria era la amenaza de Décimo Clodio Albino, gobernador de Britania con un numeroso ejército y con el apoyo de las provincias de Hispania y Galia, Septimio le ofrece el título de César mientras marcha contra Niger pero en los tres años de guerra contra Niger, Albino con el apoyo del Senado y sus legiones se proclama Augusto en Viminacio. Septimio marcha contra él y el 197 se enfrentan en Lugdunum, siendo derrotado y muerto Albino y muchos de sus partidarios. A su vuelta a Roma nuevamente debe marchar a Persia que había ocupado Armenia y Mesopotamia y tras derrotar dos veces a su rey Vologeses V, ocupa y destruye Ctesifonte, su capital, se apodera de sus tesoros y reorganiza las provincias orientales creando una nueva Mesopotamia. En el 202 tras nueve años de guerra, regresa a Roma que le dedica un triunfo por su victoria sobre los Partos.
En el 208 debe acudir a Britania para sofocar la rebelión de los Celedonios, acompañado de sus hijos Geta y Caracalla, al que había asociado al poder y después de varias batallas con resultado incierto, muy debilitado se retiró a Eboracum (York) donde murió en el 211 siendo designado emperador su hijo Caracalla. Parece que sus últimas palabras antes de su muerte fueron “Mantened la paz, enriqueced a los soldados y burlaos del resto”.
Septimo Severo puso en marcha numerosas medidas mejorando las condiciones y los emolumentos de las legiones y favoreciendo el ordo ecuestre frente a los senadores.
Dión Casio le describe como un hombre bajo, corpulento, taciturno, trabajador infatigable, meticuloso, de incansable actividad, de pocas palabras y muy diligente.
“Laboremus” fue la frase que dijo estando moribundo al oficial que entró a pedirle la consigna.
Valoraciones
No hay reseñas todavía