4.Xto. Prutah, Óbolo de la viuda. Alexander Jannaios.

PRUTAH ÓBOLO DE LA VIUDA. ALEXANDER JANNAIOS.

Moneda: Prutah.

Ceca. Jerusalem. 103 – 76  a. C.

Material: Zamak

Inscripciones:

Anverso: Estrella con ocho puntas dentro de diadema entre las puntas la inscripción en paleo-hebreo “Yehonatan, el rey”.

Reverso: Ancla invertida alrededor la inscripción ΒΑΣΙΛΕΩΣ AΛEΞANΔPOY (del rey Alejandro)

EL LEPTÓN O PRUTAH DE LA VIUDA.

“Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos  echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos lepta, o sea, un cuadrante. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de los que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.”  Mc. 12, 41 – 44:

Después de las discusiones con los fariseos estaba Jesús en el Atrio de las Mujeres tratando de descansar, para lo cual se sentó frente al gazofilacio o lugar donde se depositaban contribuciones y limosnas para el mantenimiento del templo y del culto. Y se puso a observar a quienes allí llegaban para hacer sus ofrendas. Pudo ver como muchos ricos hacían grandes ofrendas con ostentación farisaica. En un momento dado se acercó una pobre viuda, según indicaba su vestimenta, y Jesús pudo observar como ella depositaba dos monedas muy pequeñas como ofrenda.

Jesucristo, ante la acción de la viuda, quiso hacer ver a sus discípulos que el valor de las acciones es mayor ante la rectitud de espíritu que en la cuantía que se pueda ofrecer, dijo a sus discípulos: “En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más en el gazofilacio que todos los otros, pues todos han echado algo de lo que les sobraba; ella, en cambio, en su necesidad, ha echado todo lo que tenía, todo su sustento.”

La identificación de las pequeñas monedas que la viuda depositó en el gazofilacio requiere de un análisis, por cuanto que en el evangelio de San Marcos solamente se mencionan dos elementos: que se trataba de monedas muy pequeñas y que eran equivalentes a la cuarta parte de un as romano. Por no ser aceptables en el templo es preciso eliminar las monedas romanas con las efigies de los emperadores, así como las monedas de bronce acuñadas por los procuradores. Sin embargo, existían en aquella época numerosas monedas de pequeña denominación, acuñadas en bronce por los judíos, la más pequeña de las cuales tenía la denominación de un lepton, que equivalía a la mitad de una Prutah. Como se señaló en los capítulos precedentes, tales monedas habían sido acuñadas tanto por los monarcas judíos como por los procuradores romanos y, al no tener imágenes de seres vivos o de animales prohibidos, serían aceptables en el templo como limosna, aunque no fuesen de plata fina.

Diversas especulaciones pueden hacerse para identificar estas monedas de la viuda; sin embargo, las monedas de menor denominación que eran más abundantes en aquella época – a pesar de haber sido acuñadas en épocas anteriores – eran los lepta de Alejandro Janeo, el rey y sumo sacerdote de los macabeos entre los años 103 a 76 a.C. Puede señalarse con relativa certeza, por lo tanto, que las monedas del óbolo de la viuda que Jesús observó cuando las depositaba en el gazofilacio fueron dos lepta de Alejandro Janeo.