Descripción
CUADRANTE ILIPENSE.
Moneda: Cuadrante.
Ceca. Ilipa Magna (Alcalá del Río). 120 – 20 a. C.
Material: Zamak
Inscripciones:
Anverso: Sábalo a derecha, media luna con estrella encima leyenda: ILIPENSE.
Reverso: Espiga entre delfín y maza.
La ceca de Ilipa.
Fue una ciudad ubicada en la ribera del río Guadalquivir y se identifica con la Ilipa Magna citada por Ptolomeo (2,4,10), en el conventus Hispalensis (Plin. 3.11). Se localiza en Alcalá del Río (Sevilla). Pocos aspectos se conocen de la ciudad pertenecientes a su época republicana, aunque parece que existió una ocupación continuada desde el período Orientalizante, siendo las monedas uno de los documentos más importantes. Su existencia está mejor documentada durante los primeros siglos de la era, ya que los testimonios arqueológicos son un poco más abundantes y disponemos, además, de inscripciones que permiten conocer su existencia en esa época. Parte de su riqueza vendría generada por las actividades de exportación de la producción del entorno, fundamentalmente agraria, pero también pudo estar involucrada en actividades relacionadas con la minería, según se deduce de la dispersión de su monedas.
La mayor parte de las monedas utilizaron los mismos tipos, una espiga y un pez. En los diseños de anverso se eligió una espiga con granos bien marcados y las plumas abiertas en abanico, seguramente en alusión a una de sus principales actividades económicas. Para los reversos predominan los peces de agua dulce, que tradicionalmente de identifican como sábalos, a pesar de que quizás al principio los grabadores no prestaran mucha a tención a la anatomía de este pez y, quizás, se basaran en la figura de un atún, pues efectivamente se marcaron dos aletas en vez de una en la primera emisión. En todas las monedas el nombre de la ciudad aparece siempre en las leyendas con la forma ILIPENSE, que ha sido conceptuada como un adjetivo neutro que calificaría a un sustantivo como moneda o dinero.
La última emisión engloba diversos tipos de retratos tocados con un turbante o similar, formado por tres bandas alrededor del cabello, que en algún caso parece masculino; este tipo de tocado es singular, cree que con su elección se pretendió diferenciar al personaje representado de los que eran habituales en otras emisiones del alto y medio Betis; mientras que otros se optan por considerar que el tocado es púnico y que la personalidad representada pudo haber sido Tanit. De todos los tipos de Ilipa destaca un divisor por la abundancia y diversidad de imágenes que contiene en anverso y reverso, todos y cada uno de ellos con su significado que de momento desconocemos.
El patrón metrológico inicial parece ser el romano uncial, que progresivamente va reduciéndose. Si bien al principio la denominación as podría ser adecuada, hacia la mitad de su producción ya no, pues con un peso medio de 11-13 g es preferible denominarlas unidades.
Los hallazgos con contexto arqueológico (en especial los de Cerro Macareno, Cáceres el Viejo y Castrejón de Capote) sugieren que las emisiones pudieron haber comenzado dentro de la primera mitad del siglo II a.C. y terminar en un momento indeterminado del siglo I a.C. Si bien la franja cronología en la que se acuñaron las monedas puede estar más o menos clara, por el contrario, la ordenación de las emisiones es compleja debido a que existen pocos elementos, tanto tipológicos como metrológicos, que permitan asociar las diversas denominaciones.
PPRA
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