Descripción
ÁGUILA DE ROMA. REPRODUCCIÓN.
ÉPOCA: Siglo III a. C al siglo IV d. C.
MATERIAL: Zamat.
LARGO: 6 cm
ALTO: 7 cm.
ANCHO: 2 cm.
PESO: 72 gr.
El estandarte del águila que acompañó a los legionarios romanos durante siglos, no era, ni mucho menos, una simple enseña militar. Formó parte de la esfera religiosa pagana en la vida del combatiente de la Legión.
No era casualidad que el águila fuese la enseña más representativa del ejército romano. El águila, estaba vinculada desde época muy arcaica a IVPPITER OPTIMO MAXIMO, Dios celeste y soberano, protector del pueblo y del ejército romano.
El portar el águila, símbolo del Dios, era un honor especial e implicaba una responsabilidad extrema ante su pérdida. Su protección estaba a cargo de la Primera Cohorte. El portaestandarte recibía el grado de “aquilifer” y estaba encargado no sólo de marchar con el estandarte del águila imperial legionaria durantes las largas caminatas, los combates o los desfiles, sino de engalanarlo y perfumarlo los días de fiesta religiosa y castrense. La pérdida del águila en combate suponía el más severo castigo ya que no sólo era una deshonra militar, sino una impiedad religiosa, por eso los “aquilifer” debían tener características especiales. Los “aquilifer” eran legionarios especialmente curtidos, con ciudadanía romana.
El águila simbolizaba a Júpiter, como dios soberano y bienhechor del Estado.
El Águila, presente en el combate se convierte en enseña de la Legión. Enseña, no ya en sentido de guión o instrumento de señales, sino de representación y símbolo, lo que coincide con que la legión pasa a ser un cuerpo con entidad propia. Su carácter de paladio persiste: se le venera como “Numen Legiones” en tiempo de paz y se le guarda en el erario y en la guerra, en el campamento se aloja en un pequeño santuario (aedes signorum), en el cual se depositan también los “Signa manipulares”, lo cual indica el concepto de la insignia no sólo como utensilio bélico, sino como objeto de veneración, lo cual se extiende a las unidades inferiores.
El águila es metálica, de plata o de bronce plateado o dorado, tiene las alas extendidas y elevadas. Va montada en un asta, provista de contera metálica para clavarla en el suelo. No admite condecoraciones sino sólo coronas. El águila legionaria está a cargo del Primipilio y el portador es el Aquilifer. El águila no sólo simboliza la legión, sino que es símbolo de su permanencia (a veces aparecen en relieves águilas con las alas para abajo y se duda si es una insignia legionaria o de otra unidad inferior).
En la época de Cayo Mario las águilas estaban hechas de plata, pero a instancias de Augusto se empezaron a fabricar de oro.
Con la llegada del cristianismo al poder imperial, el águila jupiterina y los rayos fueron sustituidos por el Chrismón o monograma de Cristo. Como en otros ámbitos de la vida romana hubo una suplantación del viejo mundo pagano por el nuevo cristiano.
Aunque todas las legiones tenían estandartes del águila, la Legión V Macedónica tuvo una predilección especial por el ave preferida de Júpiter, estableciéndola como su emblema.
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