Bronce de Valeriano.

BRONCE DE VALERIANO. (Reproducción).

Valeriano I, (253 – 260 d. C).

Moneda: Bronce AE 20

Ceca. Troas Alexandría.

Material: Zamak

Inscripciones:

Anverso  LIC VALERIANVS, Busto drapeado, laureado y acorazado

Reverso: AVG-TRO, Caballo comiendo pasto / TRO en el exergo.

Valeriano I. (190 ? – 259d. C), Emperador. (253-259 d. C)

De familia noble siempre estuvo ligado al poder imperial fue censor y gobernador de las provincias de Norica y Recia con Decio, a la muerte de este fue fiel al siguiente emperador Treboniano Galo y acudió en su ayuda para acabar con la rebelión de Emiliano en el 253 aunque llegó cuando Galo ya había sido ejecutado. El senado proclamó emperador a Emiliano pero Valeriano no lo aceptó y marchó contra él, cuando ambos ejército se encontraron en Spoleto ante la superioridad numérica de las legiones de Valeriano, Emiliano fue asesinado por sus propios soldados que se unieron a Valeriano para salvar su vida siendo proclamado inmediatamente emperador por el senado.

Nombró a su hijo Galieno como colega en el mando y se repartieron el poder entre los dos ante los graves problemas del imperio, Galieno se ocupó de Occidente para intentar detener una invasión de los Galos y Valeriano marchó a Oriente donde el rey persa Sapor I había invadido Armenia reunió a su ejército en Samosata y tras recuperar Antioquía con el ejército diezmado por la peste rechazó una paz con Persia y fue vencido en Edesa y quizá traicionado por Macriano, su prefecto de pretorio fue hecho prisionero a traición en una reunión concertada con Sapor y condenado a trabajos forzados hasta su muerte.

Se decía que el rey Sapor tras capturarlo lo hizo poner a cuatro patas ante su caballo para auparse sobre él y subir cómodamente.

Tras su captura asumió el poder su hijo Galieno que no mostró mucho interés en liberar a su padre.

Es conocido por proclamar dos edictos de persecución contra los cristianos  en el primero se les prohibía el culto y las asambleas y les obligaba a realizar sacrificios ante los dioses paganos y un segundo decreto en el que se condenaba a muerte a los senadores y caballeros cristianos, se desterraba a sus mujeres y se les confiscaban los bienes parece que había en estos decretos  más motivos económicos y recaudatorios que de creencias para así poder confiscar sus bienes y aportar dinero a las agotadas arcas del fisco romano.