Tetradracma de Anfípolis.
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¡BAÑADA EN PLATA¡
Reproducción de un tetradrácma de Anfípolis. Esta magnífica moneda imita la forma de un escudo Macedonio apareciendo en su centro la cabeza de Artemisa y en el reverso una clava tumbada rodeada por una corona de roble. (VER DESCRIPCIÓN)
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Descripción
TETRADRACMA DE ANFÍPOLIS. (Reproducción).
Moneda: Tetradracma.
Ceca. Anfípolis. 168/158 – 149 a. C
Material: Zamak
Inscripciones:
Anverso: Escudo macedonio con la cabeza de Artemisa a derechas en el centro.
Reverso: Clava tumbada dentro de una corona de roble con monogramas; MAKEΔΟNΩN / ΠРΩTH.
Artemis. Ἄρτεμις.
Diosa griega, hija de Leto y Zeus y hermana gemela de Apolo, nace un poco antes que Apolo en Delos (la brillante), una isla estéril antes llamada Ortigia ya que ningún lugar de la tierra quería acoger a Leto para dar a luz a sus gemelos temiendo la cólera de Hera, esposa de Zeus. Leto debió aguardar nueve días y nueve noches antes del parto pues Hera retenía junto a sí en el Olimpo a Ilitía, la diosa de los alumbramientos y sin su presencia Leto no podía dar a luz. Solo mediante el soborno con un collar de oro y ámbar de nueve codos, Hera consiente dejar marchar a Ilitía y así que pueda parir Leto, esta lo hace bajo una palmera, el único árbol que había en la isla.
Ártemis es el prototipo de doncella arisca que permanece eternamente joven virgen y que solo se complace con la caza. Va armada con un arco y su carcaj.
Es una diosa vengativa y mató a numerosos humanos (hijas de Níobe), monstruos (un dragón) y además al gigante Gratión, los Alóadas, Búfago, Acteón y Orión, el cazador gigante.
También es la diosa principal de las Amazonas, cazadoras como ella y con aversión a los hombres.
Tiene esta diosa que ver con el episodio del sacrificio de Ifigenia, la hija de Agamenón, el jefe de la escuadra griega en su marcha contra Troya tras el rapto de Helena por Paris, el príncipe troyano, hijo de Príamo. Agamenón se jacta en una cacería en Aúlide de matar a un ciervo que ni la propia Ártemis hubiera sido capaz y esta envía a la flota griega una total ausencia de vientos, lo que obliga a la flota a estar varada en Aúlide.
Los griegos ante esta situación consultan al adivino Tiresias y este les dice que la única manera de que vuelvan los vientos y así poder partir hacia Troya es sacrificar a Ifigenia, la hija de Agamenón.
Agamenón tras muchas vacilaciones acepta el sacrificio de su hija para que la flota pueda partir. El sacrifico se realiza pero la diosa en el último momento cambia a la doncella por una cierva y lleva a la chica a su templo en Taúride (Crimea) para que sea su sacerdotisa.
Los antiguos griegos interpretaban a esta diosa como la personificación de la Luna.
Los romanos la asimilaron y se fusionó con su diosa DIANA.
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